Recientemente escuché a un alumno quejarse de que su maestro "la trae contra él porque se la pasa corrigiéndolo?".

 

Es curioso que las correcciones frecuentemente se perciben como algo negativo cuando en realidad podrían ser nuestro mejor mecanismo de aprendizaje. 

 

Recuerdo que cuando iniciaba mi carrera de danza, un maestro nos dijo que un bailarín podía formarse en 1 año, en 5, en 10 o nunca, y que la diferencia radicaba en qué tan rápido el alumno asimilaba las correcciones.

 

A todos nos gustaría más recibir  halagos que correcciones por parte de nuestros maestros, pero la realidad es que aunque los halagos nos ayudan a mejorar nuestra confianza, las correcciones son la mejor herramienta que tenemos los maestros para hacer que un alumno sea mejor cada día.

 

Quizás la diferencia entre verlas como un ataque o un regalo, es la actitud con la que las recibimos.

 

5 reglas para recibir correcciones en clases de danza.

 

1-Escucha atentamente las correcciones y muestra una actitud abierta a recibirlas.

2-Agradece a tu maestro y procura poner en práctica la corrección inmediatamente.

3-Jamás respondas "yo no estaba haciendo eso". Piensa que eres afortunado al recibir atención personalizada de tu maestro, si te están dando esa corrección, ¡es por algo!

4-Si el maestro hace una corrección general no pienses que tú no estás incluido, haz la corrección TUYA. Tu maestro lo notará y se sentirá agradecido.

5-Si estás teniendo un mal día y estás recibiendo las correcciones como un "ataque" o lo sientes como algo personal, piensa que tu maestro está lleno de conocimientos y que con la actitud correcta podrás beneficiarte mucho de su experiencia.

 

Y recuerda, para tu maestro será una grata sorpresa ver que has adoptado una actitud positiva ante sus correcciones, y se sentirá motivado a seguirlo haciendo en el futuro.